En IDEO creemos que la educación musical tiene una gran importancia en la formación integral de todos nuestros alumnos, proporciona experiencias cognitivas (lenguaje y ciencia) y sensitivas (arte) de un modo armónico participando del valor educativo de estas tres ramas del saber y representa una ayuda valiosa para el resto de materias del currículo escolar aportando madurez para aprendizajes futuros de nuestros niños y adolescentes.

La práctica continuada de la música en la escuela permite que el niño y el joven experimenten por sí mismos, entre otras muchas cosas, su propia capacidad de expresión a partir de todo el componente emocional asociado a la melodía, al ritmo, al timbre…; favorece también el aumento de las competencias sociales gracias a la práctica musical en grupo; facilita el significado de la forma y el orden, posibilitadores de un efecto común productivo sin anular la individualidad ni los sentimientos particulares… Todo lo cual tiene además la virtud de no circunscribirse al dominio de lo estrictamente musical, sino que trasciende las fronteras que artificialmente el curriculum levanta demasiadas veces en torno a las materias escolares. Y es que, desde un punto de vista neurológico, la práctica musical da lugar a procesos de acondicionamiento característicos de la red cerebral e incluso influye en la propia estructura cerebral, logrando una gran unión entre los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo. Estudio en Düsseldorf (Alemania).